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El Caballo PRE (Pura Raza Española)

El Caballo PRE (Pura Raza Española)

Puro corazón y nobleza contenido en un cuerpo hermoso. Como la poesía que declama en sus movimientos que dejan ver el duende de la tierra que le dio origen, de elevaciones espectaculares y excepcional carácter. Así es el caballo de pura raza español.

…” ¡Plásmate, viento del Sur! Voy a hacer de ti una nueva criatura.

Serás mi regalo y el símbolo de mi amor a mi pueblo. Para que seas único y nunca te confundan con las bestias, tendrás la mirada del águila, el coraje del león y la velocidad de la pantera. Del elefante te doy la memoria, del tigre, la fuerza y de la gacela, la elegancia. Serán tuyos los ojos del leopardo por la noche y te orientarás como el halcón, que siempre vuelve a su origen. Y finalmente caballo, al hacerte caballo, te doy como regalo mío para que seas único: La belleza de la Reina y la majestuosidad del Rey” …

Leyenda árabe sobre la creación del caballo.

Caballo de Pura Raza Española

Leyenda viva de la tierra Ibérica. Los caballos españoles recibieron su herencia de tres distinguidos orígenes que, mezclados, dieron como resultado a esta raza llena de belleza, armonía, inteligencia y generosidad.

Pues del árabe tomaron la rusticidad, la distinción del oriental berberisco y la corpulencia del germánico.

Pero hagamos un poco de historia. Los cartagineses trajeron a España en el 200 A.C más de 200 caballos, éstos traían sangre de yeguas númidas y caballos nubios. 6 siglos después los vándalos trajeron caballos de cabeza acarnerada y de gran talla que se mezclan con los que estaban asentados en la península Ibérica.

En el año 711 entraron los árabes, trayendo con ellos sus caballos. Después de muchos siglos de cruce, fue con Felipe V cuando comenzaron a salir los tordos de la Yeguada Real de Ronda, los cartujanos de los montes de Jerez y los negros azabache de Guzmán y de Valenzuela en Córdoba.

Pura Raza Española es la denominación oficial que recibe en España la raza equina que histórica e internacionalmente se conoce como caballo andaluz. Se trata de una nomenclatura creada en 1912 a partir de la locución inglesa purebred o purebreed.

El andaluz es un caballo ibérico de tipo barroco que está entre las razas equinas más antiguas del mundo. Siendo el cartujano una de las líneas de cría mas importante de esta raza, su nombre proviene de la Cartuja de la Defensión de la ciudad española de Jerez de La Frontera, siendo su libro de orígenes uno de los más antiguos del mundo.

Los orígenes de la Cartuja de Jerez se remontan al siglo XV, cuando el hacendado Don Álvaro Obertos de Valeto le propone al Prior de la Cartuja de Sevilla la fundación de un monasterio de ésta orden en Jerez. Desde su fundación el monasterio de la Cartuja se convierte en la piedra angular de la cría del caballo jerezano.

En el siglo XVI el Rey Felipe II encargó a Diego López de Haro y Sotomayor, primer Marqués del Carpio la creación de las caballerizas reales de Córdoba. Allí agrupó los mejores sementales y yeguas de las riveras del Guadalquivir, siendo esta yeguada real el origen del caballo andaluz.

De esta Yeguada Real que con el tiempo pasó a ser la Yeguada Nacional, se enviaron gran cantidad de caballos al Continente Americano. Éstos fueron claves para la exploración del Nuevo Continente y dieron origen a la mayoría de las razas que se criaron en América posteriormente.

Mientras tanto en Europa, España vive su edad de oro y el regalo más destacado de la monarquía española eran sus magníficos caballos que pronto alcanzaron una gran reputación. Dando origen a razas centro europeas como lo son el Lusitano, Lipizano, Paso Fino y los caballos de sangre caliente de Europa central que tienen su origen en el caballo español.

“Lo esencial es invisible a los ojos” nos dice Exupéry en “El Principito” y nada más acertado al hablar del Pura Raza Española, si bien entra por los ojos, pues es uno de los caballos más bellos que existen.

Sus formas redondas y cuello arqueado junto a la abundancia y sedosidad de su crin y aire de su cola forman un conjunto de una gran belleza. Pero mas allá de eso, cuenta con cualidades que lo convierten en insuperable y esas no se alcanzan con los ojos.

Es cuando se entra en contacto con estos ejemplares, cuando jinete y caballos se fusionan en un binomio único.

Es una raza que cuenta con una capacidad de trabajo inmensa sumada a una gran estabilidad emocional, sentido de responsabilidad y obediencia, lo que la hace tener un enorme potencial.

Características del Caballo PRE

Cabeza:

Cabeza proporcionada de longitud media y de perfil fronto-nasal de subconvexo a recto, orejas medianas muy móviles, bien insertadas y paralelas. Frente ligera y discretamente abombada, ojos vivos, triangulares y de mirada expresiva.

Cuello:

Cuello de tamaño y longitud medios, ligeramente arqueado y musculado, (presentándose esta característica en menor medida en las yeguas). Bien insertado en la cabeza y tronco, con crin abundante y sedosa.

Tronco:

Tronco proporcionado y robusto, con una cruz discretamente ancha y destacada y un dorso consistente y musculoso. El lomo debe ser ancho, corto, musculoso, algo arqueado y bien unido al dorso y a la grupa.

Grupa:

De longitud y anchura media, redondeada y ligeramente en declive- Cola de nacimiento bajo y pegada entre isquiones, poblada de abundantes y a menudo onduladas cerdas.

Miembros anteriores:

Espalda larga, musculosa, oblicua y elástica. Brazo fuerte y de buena inclinación. Antebrazo potente y de longitud media. Rodilla desarrollada y enjuta.

Miembros posteriores:

Muslo musculoso, nalga musculosa, ligeramente arqueada y piernas largas, corvejón fuerte, amplio y neto.

Movimientos:

Movimientos ágiles, elevados, extensos, armónicos y cadenciosos. Predisposición a la reunión y giros en el tercio posterior.

Temperamento:

El PRE se destaca por su equilibrio psíquico, su inteligencia y voluntad de trabajo. Es enérgico, noble y dócil lo que lo hace un caballo muy versátil. Su capacidad de aprendizaje lo ha hecho una de las razas favoritas para el arte ecuestre y los espectáculos.

Capas del Caballo Pura Raza Español

La capa torda es la más popular. Pero si bien es cierto que es la capa más extendida de esta raza, no debemos olvidar que existen otras y que, por supuesto, no repercuten en la calidad del ejemplar.

Sin embargo, esto hace que se cierren muchas puertas hacia los ejemplares de capa negra o diluida y los ganaderos dedicados a la cría de estos ejemplares se sientan desmotivados. Pero hay una pequeña luz al final del túnel que demuestra que ante un empeño en la calidad de la cría se puede superar la barrera de la capa. Aquí tenemos al ejemplar “Viñas del Jalón” de la Yeguada Valdeviñas, ganador del SICAB 2013, aunque bien es cierto que hasta hoy desde entonces es el único ejemplar de capa diferente a la capa torda y castaña que ha ganado esta competencia.

Las capas aceptadas en los PRE son:

_ La Torda:

Por supuesto en todas sus variedades, desde el tordo en fase blanca hasta el tordo rodado, pizarro, vinoso. El gen grey es dominante. La capa torda tiene una base de piel negra y se caracteriza por presencia abundante de pelos blancos y grises. Estos caballos nacen de color negro o castaño y se van aclarando con la edad. Dentro de la capa torda hay nueve variedades diferentes:

_ Castaño en todas sus variedades:

Oscuro, cerezo, cobrizo etc. Esta capa es genéticamente dominante sobre la negra. Presenta una mezcla de pelos marrón, rojizo y pelos negros. Crin y cola negros, cuerpo rojizo y cabos negros.

_ Negro:

Pelos de color castaño muy oscuro o negros esparcidos de manera uniforme en todo el cuerpo. No debe existir pelo de otro color a excepción de la marca en cara o cabos.

_ Alazán:

De color rojizo, se diferencia del castaño en que su crin y cola son también de color rojizo, pueden presentar también tono rubio hasta ser casi blancas, pero nunca negras.

_ Bayo:

Su capa es de color dorado bajo que tira a blanco. Puede ir desde un tono muy claro hasta llegar a tonos más oscuros con crines y cola de color negro.  Entre 1742 y 1796 ya se distinguían el bayo blanco, anaranjado, oscuro, overo y ruano.

_ Albino:

Aunque hay que aclarar que si bien los caballos albinos no existen genéticamente. Pero  el término albino se usa para referirse a las capas: perlino, cremello, champán y blanco puro.

_ Palomino o perla:

Lo mas común es encontrarlo entre el dorado claro y el oscuro, con la crin y la cola de color blanco argénteo. El gen crema es el responsable de ésta capa, es un gen dominante incompleto. Lo que significa que al tener un solo alelo causa la desaparición de cerca del 50% del color rojizo, diluyendo la capa alazana y originando el color ocre dorado. En España, esta capa también se denomina isabelina.

 Se cuenta que este nombre tiene que ver con el sitio de Ostende (1601-1604), Isabel de Asturias, hija de Felipe II, había jurado no quitarse la blusa “hasta que se rindiera la plaza”. El sitio en cuestión duró ocho meses y cuando Isabel cumplió con su juramento, la prenda en cuestión había cambiado su color. Desde entonces el nombre del pelaje se difundió por toda España.

Hay que hacer mención a dos capas más que si bien son poco comunes y no están aceptadas por el estándar de la raza. Éstas se han dado en casos aislados de ejemplares de padres cartujanos. Estas son:

_ Overo:

Se llama overo a un caballo de un color definido sobre la cual aparecen manchas blancas tipo parches. que van desde el ventral hacia el dorsal y con bordes poco definidos generalmente de tamaño pequeño.

Las capas tradicionales pueden ser todas overas si esta presente el blanco en forma de manchas con las características antes nombradas. Tenemos overo negro, overo rosado, overo azulejo, overo alazán, overo gateado, overo lobuno, overo bayo, overo zaino, overo colorado.

_ Ruano:

Los pelajes ruanos tienen pelos blancos en el cuerpo distribuidos de manera uniforme entre pelos pardos o negros

Estas capas no están aceptadas según el estándar de la raza. Pero se han dado casos aislados de ejemplares de padres cartujanos como el semental “Alegre” nacido en 1908 de ascendencia torda o “Perpiñan” hijo y nieto de caballo de capa torda y antecedentes castaños.

El ejemplar “Perpiñan” fue el primero de capa overa registrado en la ANCCE.  Nacido en 1929, le siguió “Garboso XI” nacido en 1958, también de capa overa criado por Roberto Osborne Vázquez. Es hijo, nieto y bisnieto de ejemplares procedentes de la Yeguada la Cartuja Hierro del Bocado, toda su genealogía proviene de caballos de capa torda y dos castaños exceptuando a su tatarabuelo “Alegre” ya mencionado.

Recordando que el gen grey responsable de la capa torda es dominante. Es muy poco probable que un overo nazca siendo hijo de tordos, por lo tanto, eso suele ser causado por alguna anomalía genética.

Eso explica que de los 28 hijos registrados de “Garboso XI” 24 fueron de capa torda. Tres castaños y solo uno de capa overa llamado “Tamborilero” que no tuvo descendencia alguna.

El caso de la capa ruana es mas particular siendo el primer ejemplar registrado la yegua “Cortesana” nacida en el año 2000. Criada y propiedad de Álvaro Cermeño igualmente esta yegua tampoco tiene ningún antecedente de capa ruana, overa y ni siquiera alazana. También esta la yegua “Ornata Gom” nacida en el 2002 criada y propiedad de Elevage Gouëllo- Minkowski, esta yegua tiene ascendencia torda, castaña en su mayoría y negra, exceptuando un tatarabuelo alazán. Sin embargo, en 2006 se registraron 24 ejemplares de capa ruana.

En torno a esto surge una duda, si en el caballo PRE no se admite capa overa o ruana ¿Puede un caballo de esta capa ser reproductor o competir como PRE? La respuesta es sí, siempre y cuando se demuestre genéticamente a través de sus antecedentes que es Pura Raza Español.

Venta de caballos PRE

Hoy en día la oferta de caballos PRE es enorme. Los podemos encontrar de todas las capas, tallas y, por supuesto, precios.

Hay muchos factores que influyen en el precio de un caballo, el principal de ellos es la edad y el nivel de doma que tiene. Estos dos factores van cogidos de la mano, un potro recién nacido será mucho más barato que un animal de 4 años que ya está montado, y muchísimo más que uno que esté compitiendo con un nivel de doma más elevado.

Otro factor determinante es la genealogía, el hierro de los progenitores o si tiene algún parentesco con un campeón reconocido, influirá en el precio.

También la capa y la talla harán que el caballo sea más caro o más barato. En los últimos años se buscan caballos cada vez más grandes y con más presencia, por lo que una menor estatura, aún estando dentro de los estándares de la raza, abaratará ligeramente el precio. Lo mismo ocurre con las capas, cada vez se buscan más capas menos frecuentes como el cremello, bayo o la negra. Y como con todo, el incremento en la demanda hace que la oferta sea más cara.

Por todo esto, el precio del caballo que adquieras va a depender principalmente de la función que le quieras dar: un fiable y tranquilo caballo de paseo, uno con más chispa y fuerza para competir o uno con una morfología y caracteres heredables deseables para la cría.

De este modo podemos encontrar caballos desde 500€ hasta más de 50.000€. El límite lo pones tú.

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