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El Caballo en la mitología

El Caballo en la mitología. Parte I

Unido al hombre en la realidad y en la imaginación, el caballo ha tenido gran protagonismo tanto en la historia real, como en la mitológica. El caballo en la mitología ha sido protagonista de historias maravillosas y sorprendentes. Se muestran como seres míticos con asombrosas cualidades y que están presentes en narraciones de todos los pueblos.

A través de la historia del hombre, ningún animal ha impactado tanto como el caballo, aunque hoy en día no tenga la relevancia de antaño. Es indiscutible que a sus lomos se moldeó gran parte de la civilización, desde la granja al campo de batalla. Por ello, ha sido para el hombre un compañero sin el cual no habrían sido posibles las grandes conquistas.

Pegaso, Arion, Hipogrifo, Babieca, Rocinante, son solo algunos nombres de caballos presentes en la realidad o en la imaginación. Hoy hablaremos de algunos que son leyenda en la mitología. Mostraremos un compendio de historias a través de las cuales, los pueblos trataron de explicar lo que no comprendían.

Entre los más conocidos están los caballos alados. Formas fantásticas de caballos portadores de un par de alas formadas por plumas de aves o de cuero como las de los murciélagos. Los encontramos presentes en el imaginario de China, Grecia, toda el área de Europa ocupada por el Imperio Romano. También en África, la cultura Islámica e incluso América del Norte antes de ser ocupada por los europeos.

El historiador equino Marc-André Wagner señala que las primeras representaciones de caballos alados datan del siglo XIX A.C, en los proto-hititas. Posiblemente luego propagado a los asirios para después llegar hasta Asia menor y Grecia.

Pegaso, El caballo alado:

Su nombre viene de la palabra griega que significa manantial, sobre su nacimiento existen varias versiones. Una dice que nació del cuello de Medusa cuando Perseo la mató en el mar. Mientras que otra versión sostiene que nació de la tierra fecundada por la sangre de esa misma górgona. Pegaso poseía un par de alas que le permitieron volar hacia el Olimpo y llevar el rayo a Zeus y ponerse a sus órdenes.

No podemos hablar de Pegaso sin referirnos a Belerofonte. Cómo llegó el alado caballo a manos de éste personaje, posee tres historias. Una dice que fue un regalo hecho por Atenea, la diosa de la sabiduría.

Otra señala que fue Poseidón quien se lo obsequió y una tercera que relata que lo encontró cuando bebía agua en la fuente de Pirene. Lo cierto es que gracias a Pegaso, Belerofonte consigue un papel relevante entre los héroes, pues cabalgándolo logró matar a la Quimera, una bestia de múltiples cabezas que asolaba las tierras de Licia. Fue también cabalgando este équido cuando logró su victoria sobre las Amazonas.

Cuenta la leyenda que, cegado por una ambición excesiva, obligó a Pegaso a llevarlo al Olimpo para convertirse en Dios. Entonces Zeus furioso por su osadía, envió a un mosquito a que picara a Pegaso en el lomo.

Con esta accion derribó a Belerofonte lanzándolo al vacío, dejándolo lisiado y condenado a vagar toda su vida apartado del mundo y  recordando su gloria pasada. Finalmente, Zeus lo convirtió en constelación para que fuese eterno.

Al-Buraq:

Este equino lo encontramos en la mitología árabe, tenía cabeza de mujer y cuerpo de yegua. La leyenda dice que fue quien trasladó a Mahoma de la tierra al cielo y de regreso durante el Isra Y Mi Raj (viaje nocturno). Aunque hay cierta discrepancia acerca del rostro humano del Buraq, es representado de esta manera en el arte indio y persa islámico.

No hay ninguna mención islámica temprana a la posesión de cara humana, se dice que pudo originarse de una mala interpretación o traducción de los textos árabes al persa describiendo al corcel alado como una criatura de bello rostro.

Tampoco existe acuerdo sobre el género del Buraq, aunque Ibn Sa`d muestra a Jibril (Gabriel) dirigiéndose a la criatura como hembra. El hecho de que “Al-Buraq” sea hembra también se señala en el libro La Cúpula de la Roca.

Cuenta la leyenda que el Buraq se resistió a ser montado por Mahoma. Entonces el ángel Gabriel (Jibril) puso sus manos sobre su crin y dijo:

“¿No te da vergüenza, Oh! Buraq? ¡Por Alá! Nadie te ha montado en toda la creación con mas amor a Alá que él.”

Oyendo esto, se avergonzó tanto que sudó hasta empaparse y se mantuvo inmóvil hasta que el profeta lo montó.

Arion:

El más valeroso”, éste es el significado de su nombre. Según la mitología griega era un magnífico caballo alado de negros cascos y de crines color del mar que poseía el don de la palabra y de la inmortalidad. La leyenda cuenta que Poseidón, Dios del mar y de los caballos, según la tradición fue él quien regaló el primer caballo a los hombres.

Poseidón quería conquistar a Deméter pero ésta solo estaba interesada en encontrar a su hija Perséfone, que había sido raptada por Hares, el Dios del inframundo. Entonces se transformó en una yegua para evitar las solicitudes del Dios, pero fue descubierta y éste, transformándose en caballo, la violó. Deméter quedó embarazada y dio a luz a este maravilloso caballo y a una hija llamada Despena.

Arion y Despena nacieron en Arcadia, regida por el rey Oncio. Éste se apropió del caballo y parece ser que fue su primer dueño. Después, se lo cedió al héroe Herácles para que pudiera conquistar Élide. Herácles se lo obsequió al rey Adrastros de Argos.

Cuenta la leyenda que Arión le salvó la vida gracias a su gran velocidad cuando perdió la guerra contra Tebas. Todos los héroes que participaron en la batalla perecieron a excepción de él, ya que Arion lo recogió y con su gran velocidad lo llevó a Ática y lo dejó a salvo en sus costas.

Chollima:

Si… ¡lo adivinaron!, se trata de otro caballo alado, ahora nos vamos a los textos chinos clásicos, llamado de diferentes formas: Chollima, Qianlima, Senrima, “Caballo de los mil Li”; es un caballo alado mitológico comúnmente representado en las pinturas del extremo oriente, de él se dice

“Que es demasiado rápido y elegante para ser montado por cualquier persona mortal”.

Alrededor del siglo III A.C- se encuentran referencias en los escritos chinos de un domador mitológico llamado Bolé relacionado con Chollima. Caballos de “los mil Li”, se le llamó así por que era capaz de galopar mil Li (Aprox 400Km) en un día.

Caballos en la Edad Media Cristiana

Bayard:

Era un caballo – hada legendario de capa castaña, su historia es recogida en muchos cantares de gesta de la Edad Media cristiana. Sus versiones más antiguas se remontan al siglo XII y se encuentran entre las historias más populares hasta el siglo XIX.

Hijo de un dragón y una serpiente ve su origen en las regiones del inframundo (origen ctónico). Importante figura del folklore en las regiones de Árdenas, Bélgica y Francia principalmente. Dotado de cualidades mágicas y sobrenaturales, se cuenta que fue liberado por el nigromante Maugis en una isla volcánica.  Posteriormente, Carlomagno lo habría dado al hijo mayor de los cuatro hijos de Aymon Renaud de Montauban. Inteligente y de una asombrosa fortaleza, cargó a los cuatro hijos de Aymon al mismo tiempo sobre su lomo y les hizo escapar de la ira del mismo rey.

Más tarde, fue entregado de vuelta a Carlomagno como una ofrenda de paz. Fue lanzado al fondo del Rin con una piedra de molino atada al cuello, pero logró escapar y según la leyenda todavía se oye su relincho en el bosque de las Ardenas en cada solsticio de verano.

Grane:

Se consideraba el más rápido de los caballos celestiales, simboliza la rapidez y el discernimiento. Su jinete era capaz de descubrir la verdad y distinguirla del error y la ilusión mientras estuviera sobre él. Pertenecía a Brunilda que era la hermana mayor de las Valkirias.

Es éste caballo, alado también por cierto, uno de los animales más representativos de la mitología nórdica ya que tuvo por jinete a una Valkiria (Brunilda). Luego a un guerrero que se convirtió en un héroe germánico (Sigurd). De como llegó Grane a manos de Sigurd existen dos historias. Una cuenta que fue un regalo de Brunilda y otra dice que lo recibió de manos del mismísimo Odin.

No puedo cerrar este breve recuento en el que, sin duda alguna, faltan muchos nombres que traeré mas adelante. Debo mencionar a Homero y la Ilíada, y para eso hablaremos de:

Janto y Balio:

Janto (Xanto o Xanus) y Balio eran hijos del Dios del viento Céfiro y la Harpía Podagre. Dos caballos inmortales que fueron el regalo de bodas que Poseidón dio a Peleo y a la Nereida Tetis. Posteriormente pasaría al hijo de ambos, el famoso Aquiles “El de los pies ligeros”.

Escribe el poeta en la Ilíada que Aquiles les increpa durante el sitio de Troya con aireadas voces a sus caballos Janto y Balio por la muerte de Patroclo.

“¡Janto y Balio, ilustres hijos de Podarga! Cuidad de traer salvo al campamento de los dáneos al que hoy es guía; y no lo dejéis muerto en liza como a Patroclo.” (Homero- La Iliada)

Janto le responde a Aquiles diciéndole que habían sido el mismo Apolo quien había dado muerte a Patroclo. Y éste había otorgado la gloria a Héctor, y no conforme con esto, vaticina la muerte del mismo Aquiles.

“Hoy te salvaremos aún impetuoso Aquiles, pero está cercano el día de tu muerte y los culpables no seremos nosotros, sino un Dios poderoso y el Hado cruel. También tu estas destinado a sucumbir a manos de un Dios y un mortal. Dichas estas palabras Las Furias le cortaron la voz” (Homero, La Ilíada)

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